M. me ha venido a buscar para contarme algo que acababa de pasarle. La he visto agitada y preocupada, y me he ido a tomar un café con ella. El asunto es que acababa de recibir una llamada de la consejería de educación informándola de que estaba convocada para una plaza de interinidad. Bifurcación.
Bifurcación, sí, ese momento, más crucial unas veces que otras, en el que la vida te coloca delante de una elección, normalmente entre seguir como hasta ahora y cambiar el rumbo. Bifurcación es ese instante en el que se vislumbran enseguida las alteraciones que ese cambio de rumbo supondría.
Me encantan estos momentos. Son agitadores cuando una es consciente de que está frente a ellos. Pueden generar ansiedad, estrés, angustia, miedo y también esperanza, ilusión y alegría. En estos últimos casos parece que no hay mucha cabida al dilema y la duda. Tanto mejor. Pero la duda... le hace sentir a una el poder de tener el timón entre las manos.
A veces me descubro a mí misma fantaseando e hipotetizando sobre algunas de las bifurcaciones con las que me he tropezado. Qué sería de mí si en lugar de haber dicho aquel día que no hubiera dicho que sí, o aquel otro en el que en lugar de elegir aquel destino hubiera elegido aquel otro, o aquella otra vez en la que en lugar de haberle elegido a él le hubiera elegido a él. Se trata de la biografía ficción y ha de manejarse con cuidado. Fácilmente la arrastran a una demasiado lejos de la realidad y puede resultar duro regresar a tierra firme. Pero es tan divertido.
Así que ahí tenemos a M., coincidiendo con su 40 cumpleaños, frente a la posibilidad de dar el salto hacia lo que desea, a pesar de las incertidumbres, o de seguir donde está, que también lo desea, a pesar también de las incertidumbres. A veces, mientras una se sienta a contemplar los diferentes paisajes que se adivinan, se descubre un sendero entre medias, una senda entre los matorrales, una opción campo a través. Otras, la mirada se vuelve por el camino transitado y de repente se ven multitud de detalles que habían pasado desapercibidos y que le dan otro valor al camino que continúa en la misma dirección. Otras, el miedo te paraliza.
Bifurcaciones. Cuando la vida sigue estando en construcción.