sábado, 25 de agosto de 2012

Regreso

Se acabaron las vacaciones. Adiós al calor sofocante y al azul inamovible del cielo, al agua cálida del mar, al frescor imprescindible del aire acondicionado. Primer día de vuelta de la vacaciones. En casa. Me alegra tanto volver a disfrutar de la panorámica desde mi octavo piso, ver el cielo amplio salpicado de nubes y horizonte, inmenso, inmenso. He salido temprano a dar un paseo. Los aspersores regaban el césped, que brillaba al reflejar la luz del amanecer sobre las gotas de agua. Y la sombra de los plátanos, titilando por la ligera brisa de la mañana. Qué alegría volver a casa, aunque el efecto de la novedad apenas vaya a durar un fin de semana. Ya sé que en unos días la melancolía me inundará el corazón y echaré de menos el calor sofocante, el azul inamovible del cielo, el agua cálida del mar y el frescor imprescindible del aire acondicionado. Pero hasta que llegue ese momento, qué bien estoy en mi casa.