viernes, 22 de julio de 2011

De repente el fin

Los días pasan y julio se acerca a su fin. Este extaño mes de julio con sabor a final de agosto y olor a tierra húmeda. En un suspiro, casi cuatro semanas se han escurrido a un ritmo imparable y eficaz, dejando un rastro de polvo, sol a medias, expectativas bajas y sobremesas a la luz de la luna. Y este transcurrir es una metáfora perfecta de la vida: de repente el inicio, de repente el fin, y entre medias, sin saber cómo, han pasado cosas deseadas, otras inseperadas, también imaginadas e incluso imposibles. Pero de repente el fin.