lunes, 8 de marzo de 2010

Sueño

Depués de unas cuatro noches muy muy malas, ayer empecé el día con una sesión de spa en compañía de mis amigas, seguido de una siesta de casi dos horas. A las 9.45 estaba en la cama y no me he levantado (no cuento las escasas -hoy- incursiones en la habitación de Leo porque el pobre tenía mocos) a las 7.40. Y hacía sol y el día me sonreía. ¡Qué maravilloso es estar descansada!