
Despertarse en mitad de la noche da para mucho. No sé si es por el sueño interrumpido, por el silencio o por la oscuridad, pero estas circunstancias generan un ambiente casi meditativo. Ha habido una temporada en la que L. se despertaba a menudo durante la noche, protestaba o tardaba en comer. En esos momentos mi mente se activaba más de lo que lo hacía durante el día. Y al cansancio diurno se oponía entonces la hiperactividad (solo teórica) de la noche.
Como resultado de esa hiperactividad nocturna caí hace semanas en la relectura frenética, como lo es siempre, de la saga completa de Monsieur Jean. Y este rincón no es más que un homenaje a sus noches en blanco, a sus sueños reincidentes y obsesivos y a su forma de crecer. Pero 2005 fue el año en el que se publicó el séptimo volumen de su biografía, el que ahora pienso que quizá sea el último.
En esta relectura me he dado cuenta de que Un certain equilibre, el séptimo álbum de Monsieur Jean, tiene toda la pinta de ser el que clausura esta serie de 7 álbumes que se empezó a publicar hace 15 años. Los personajes habituales están en un segundo plano mientras que aparecen otros con peso suficiente como para tener algún día su propio álbum. Además, la estructura en forma de historietas cortas, igual que en el primer álbum, invita a pensar que los autores intentan cerrar el círculo de Monsieur Jean de la msima forma que lo empezaron.
No solo me entristece el final de las historias de todos los días de un escritor ya casi en la cuarentena, con pareja estable, una hija y una nueva novela recién publicada. Me entristece también el hecho de que parece que, llegados a ese punto de estabilidad, ya no hay historia. Jean se diluye y otros personajes ocupan su espacio: el inmaduro Felix, el preasolescente Eugène o la amiga solterona de Cathy.
El 21 de noviembre se estrenó en Francia la película Ce soir, je dors chez toi, una recreación libre de este personaje de Dupuy y Berberian. La existencia de esta película quizás sea una prueba más de que la vida cotidiana de Monsieur Jean acabó en 2005.
Mientras mi sospecha no sea "oficialmente" confirmada seguiré esperando la aparición del octavo álbum de Monsieur Jean, porque creo que tener una pareja estable, una carrera floreciente y una hija dan también para muchas historias.